Pues bien el duelo continúa, y el Sabio que dudaba de las facultades del Mago, lo vuelve a retar, con toda su calma, prosa y calma que lo caracterizaba, el Sabio solicita al Mago, que sea demotrada una vez más su destreza en las cartas, pero el Mago, con una sonrisa llena de picardía, dice, pero si tu eres el que haces todo gran Sabio, no yo, humilde ante todo.
Lo que el Sabio no sabía, era que al Mago lo único que le interesaba era hacer que él pierda su compustura, que deje su formalidad, deseaba descuadrarlo, para que aprenda otras ópticas y otros caminos, en el fondo el Mago sabía que al Sabio le hacía falta un poco de sorpresa y sonrisas, así que continuó con su truco, haciéndolo creer al Sabio que llevaba el control de la situación...
Los efectos presentados en este espacio,
son deconocidos por la autora e invitados
pero al final.. solo al final... pudimos ver que el Mago, se sale con la suya nuevamente.
Esta hilando finito.. finito estas hilando, cuidado con los que en su camino se encuentren, huyan los que no le gusta sonreir, porque el Mago anda en búsqueda de robar sonrisas, y sabe, el sabe donde darte.
(Pedimos disculpas por el lenguaje utilizado en la filmación, pero controlar la euforia de los invitados es casi imposible)
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